Por segunda ocasión en los últimos 23 años los Dallas Cowboys terminaron la temporada regular con 13 victorias, pero lo más sorprendente fue que lo hicieron de la mano de dos novatos.
El quarterback Dak Prescott y el corredor Ezkiel Elliott fueron los líderes del equipo de la Estrella Solitaria. Prescott tomó el lugar del lesionado Tony Romo y fue seleccionado como el Novato del Año gracias a sus 3,367 yardas, 23 touchdowns y solo tres intercepciones.
Por su parte, Elliott fue el líder corredor de la liga con 1,631 yardas y ocupó la tercera posición en anotaciones terrestres (15). Fue el segundo novato en la historia de la franquicia en superar las mil yardas, uniéndose al legendario Tony Dorsett.
Además de estas dos jóvenes promesas, los Cowboys cuentan con el talento del receptor Dez Bryant y la experiencia del ala cerrada Jason Witten. La línea ofensiva, encabezada por el centro Travis Frederick, es considerada como la mejor de la NFL.
Tras su buena temporada y con todas estas armas a la ofensiva, Dallas debe salir como favorito para ganar la División Este de la Conferencia Nacional; sin embargo, no será nada fácil, ya que en su sector los Redskins mejoraron su defensiva, los Eagles se reforzaron para ayudar a Carson Wentz y los Giants le dieron nuevas armas a Eli Manning, además de tener un buena defensiva.
A pesar de que fueron los mejores contra la carrera el año pasado, la mayor duda para el equipo de Jason Garrett es su defensiva, que en 2016 fue la número 14 en yardas totales (343.9), mientras que por pase fue la 26 al permitir un promedio de 260.4 yardas, con solo nueve intercepciones, la segunda menor cantidad en la NFC.
El equipo texano usó tres de sus cinco primeras selecciones en el Draft pasado en jugadores para reforzar la defensiva secundaria (Chidobe Awuzie, Jourdan Lewis y Xavier Woods). La inexperiencia en esta unidad podría ser un gran riesgo para los Cowboys.
Prescott y Elliott ya no serán sorpresa para sus rivales y el éxito de este equipo también dependerá de cómo se ajusten a las defensivas en su segundo año. Será muy complicado que repitan sus estadísticas del año pasado y Prescott tendrá que ser muy inteligente en sus decisiones.
Los Cowboys no llegan a playoffs en temporadas consecutivas desde 2007 y esa mala racha podría continuar este año, ya que su calendario es el décimo más complicado. Además sus juegos divisionales tendrán que enfrentar a Arizona, Green Bay, Kansas City, Atlanta, Oakland y Seattle.
Las distracciones fuera del campo para Elliott continúan y su última indisciplina podría costarle una suspensión de dos partidos, algo que complicaría las cosas para los Cowboys, ya que su lugar sería ocupado por Alfred Morris o el frágil Darren McFadden.
Repetir el título de la División Este de la NFC se ha convertido en casi una misión imposible, ya que ningún equipo lo ha conseguido desde que los Eagles lo hicieron cuatro años seguidos de 2001 a 2004. La última vez que Dallas terminó en la cima de su sector en años consecutivos fue cuando dominó con cinco campeonatos al hilo de 1992 a 1996.
Dallas debe llegar a la mitad de la temporada con marca ganadora, pero tres de sus últimos cinco juegos serán ante rivales divisionales y tres de los últimos cuatro serán fuera de casa, por lo que creo que su marca será de 9-7 o 10-6 , algo que quizá no sea suficiente para llegar a la postemporada.
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