Detalles sobre la evolución del mercado a través de la historia

El mercado es una de las fases fundamentales sobre las que se cimienta la sociedad contemporánea. Además del modelo de producción imperante, es un elemento principal para el desarrollo de la economía contemporánea y la satisfacción de las necesidades de la población.
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A lo largo de la historia, se han realizado una gran cantidad de estudios sobre el mercado, sus características, las diferentes clasificaciones, así como sus orígenes y la manera en la que se ha desarrollado. Básicamente, el mercado se trata de un proceso en el que intervienen tanto compradores como vendedores, con el objetivo de intercambiar determinadas mercancías, como bienes y servicios.

 

El mercado es una actividad económica que cuenta con una larga trayectoria en la historia de la humanidad, y que ha evolucionado progresivamente con los diversos sistemas de producción que se han desarrollado.

 

En esta ocasión, tendremos la oportunidad de conocer un poco más de cerca este punto de encuentro de la sociedad, tomando en cuenta las definiciones del mercado según Economipedia.

 

Resumen de la evolución de las principales formas de mercado

El mercado, como lo conocemos hoy en día, es el resultado de un largo y extenso proceso de evolución, que ha permitido al hombre utilizar avanzados y novedosos mecanismos financieros para obtener sus bienes materiales de subsistencia. Para ello, fueron necesarias varias etapas de desarrollo para su exitosa evolución.

A continuación, mencionaremos algunas de las principales etapas de su evolución:

 

Trueque de productos

Mucho antes de la existencia del dinero, las tarjetas de crédito y las transferencias electrónicas, los seres humanos realizaron el intercambio de los productos de su trabajo a través del trueque, una de las formas más primitivas de mercado. Se trataba de un proceso muy básico en el que intervenían los primeros productores independientes de mercancías. La incipiente producción se desarrollaba gracias al trabajo de las familias que tenían la oportunidad de adquirir otros productos gracias a un pequeño excedente en su producción.

 

La única unidad de medida para determinar las magnitudes del intercambio de un producto por otro era el valor de uso de los mismos, así como su valor de cambio determinado por la cantidad de tiempo invertido. Esto nos permite apreciar que el trabajo hace que productos totalmente diferentes fueran equiparables entre sí.

 

Intercambio con dinero

El proceso evolutivo del mercado y la base material de la producción obligó a las personas a ubicar una mercancía en la que se pudiera reflejar el precio del resto de las mercancías. En las sociedades más primitivas se utilizaban las mercancías más importantes como unidad de medida y referencia para establecer los intercambios.

 

La evolución del mercado permitió establecer al oro como la principal mercancía intermediaria para realizar el proceso de compra y venta. Por sus características naturales, este metal precioso logró reflejar el valor de todas las mercancías. De esta manera, se comenzó a establecer precios en oro para todos los productos de la mano del hombre que eran lanzados al mercado para su compraventa. Uno de los aspectos clave de este proceso es que el oro ya contaba con un valor determinado, que se establecía a través del tiempo de trabajo que requería su producción.

 

A diferencia de las monedas y los billetes que utilizamos, el oro convertido en dinero contaba con un valor real que se dividía dependiendo del peso de las monedas. Fue así como surgieron conocidas monedas como la libra esterlina.

 

Dinero como símbolo de valor

En referencia a lo anteriormente mencionado, uno de los avances cualitativos más importantes para el mercado fue el desarrollo del dinero como símbolo de valor. Se dio inicio a un proceso de sustitución del oro, que era intercambiado con otras mercancías en base a su propio valor y peso.

 

Las primeras formas de dinero como los billetes que utilizamos en la actualidad ya no cuentan con un valor real, ya que se trata de un papel cuyo valor real es mucho menor de lo que indica su impresión. Esto fue conocido por la economía clásica como la transformación del dinero en un símbolo de valor. Es decir, las diferentes monedas ya no cuentan con un valor establecido por el tiempo de trabajo y materiales invertidos en su producción. Las nuevas monedas pasaron a ser representaciones oficiales de un determinado valor.

 

Este cambio cualitativo permitió al mercado eliminar las limitaciones que representaban los anteriores sistemas de intercambio de productos, como el trueque y el uso de metales preciosos como monedas.

 

Sistema capitalista de producción

La humanidad ha transitado por diversos modelos de producción, entre los que se destacan (en orden cronológico) el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. Cada uno de ellos con diferentes relaciones de producción y con mercados cada vez más evolucionados.

 

Es necesario destacar que es durante el modo de producción capitalista que el mercado alcanza su máxima expresión y todos los productos de la mano del hombre se convierten por norma general en mercancías dispuestas al intercambio.