En la liga Premier de Ruanda, en África, se presentó un hecho difícil de creer que, a pesar de lo chusco, tuvo su represalía de manera un tanto severa.
Resulta que en el partido entre el Mukura Victory y el Rayon Sports, el delantero Moussa Camara quiso recibir una ayuda extra y, tras fallar el gol del empate, colocó en uno de los postes un objeto. Después de ver tal acción, que fue calificada de brujería, los rivales se le fueron encima al rompe redes.
El árbitro únicamente amonestó a Camara, quien después con un cabezazo empató el juego.
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A pesar de que la magia, brujería o vudú sirvió para que su equipo lograra el gol del empate, el delantero fue castigado por la Federación de Ruanda con una multa de aproximadamente 123 mil dólares y tres partidos de suspensión.
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JGH
