La estrella de la WNBA, la estadounidense Brittney Griner admitió que pensó en quitarse la vida mientras estuvo en prisión en Rusia durante el año 2022, por cargos relacionados a drogas.
La basquetbolista de 33 años de edad que dejó de jugar profesionalmente en 2022 con el equipo UMMC Ekaterinburg de la liga rusa, habló por primera vez sobre su detención de más de un mes en una entrevista que concedió a la cadena ABC. También aprovechó para hablar de su autobiografía titulada Coming Home y que saldrá a la venta la próxima semana.
Hay que recordar que en febrero de Griner fue arrestada a su arribo al aeropuerto de Moscú. Las autoridades dijeron que encontraron cartuchos de vaporizador que contenían varios gramos de un aceite derivado de cannabis.
“Quise quitarme la vida más de una vez durante las primeras semanas. Tenía muchas ganas de irme de ese lugar”, admitió Griner en entrevista con la reportera Robin Roberts, al mismo tiempo de que admitió que no lo hizo, ya que temía que las autoridades rusas no entregaran su cuerpo a su familia.
Su arresto ocurrió al mismo tiempo que Rusia invadió Ucrania y esto incrementó las tensiones entre Rusia y Estados Unidos lo que complicó las charlas y reuniones para buscar su liberación. Al final quedó libre gracias a un intercambio entre ambas naciones por el traficante de armas Viktor Bout.
La deportista describió cómo fue su vida en prisión, ya que se convirtió en algo monótono al no tener mucho para hacer, más que un par de actividades al día.
“Mi vida se convirtió en un tema de barrer y quitar el polvo, limpiar y orar. con la esperanza de poder regresar a casa de alguna manera. El colchón donde dormía tenía una mancha enorme de sangre y te solo unas sábanas muy finas, por lo que estás prácticamente tumbada sobre unas barras”, describió.
Brittney Griner, obligaba a pedirle clemencia al presidente de Rusia
Griner dijo que, antes de que fuera liberada, la obligaron a escribir una carta en ruso al presidente Vladimir Putin en donde prácticamente le rogara que la dejaran en libertad
“Tuve que pedir que me perdonara y agradecerle al que consideran, su gran líder. No quería hacerlo, pero al mismo tiempo quería irme a casa”, charló.
