Tan sólo unos cuantos días después de anunciarse que el nuevo estadio de Los Ángeles, que será casa de los Rams y de los Chargers, se retrasaría un año en su inauguración, los dueños votaron unánimemente en retrasar el Super Bowl que ya tenía agendado el recinto angelino.
Los dueños votaron unánimemente para recorrer el Super Bowl prometido a Los Ángeles, de 2021 a 2022. Para el Super Bowl de 2021, los dueños eligieron quedarse con Tampa Bay, quien estaba compitiendo inicialmente por hospedar este evento en 2021, pero perdió contra la ciudad californiana.
“Sentimos que era lo más apropiado de hacer. Fuimos afortunados de que Tampa tuviera una presentación muy competitiva cuando pidieron el Super Bowl LV en 2016. Entonces la decisión fue muy rápida”, explicó el Comisionado Roger Goodell.
Un estadio debe estar listo dos años antes de poder llevar a cabo el máximo evento de la NFL. Al retrasarse la inauguración del nuevo de Los Ángeles, no cumplía con esta cláusula del reglamento de dueños.
La casa de los Rams y Chargers retrasó un año su apertura, de 2019 a 2020. Esto la imposibilita para cumplir con la especificación de los dos años, por lo que recorrer el Super Tazón en California era una solución casi obligada.
De no haber elegido a Tampa Bay, los dueños hubieran tenido que llevar a cabo nuevamente el proceso de selección para otra sede, algo que llevaría más tiempo y habría significado una pérdida significativa de tiempo para todos los involucrados.
Es por esto un hecho ya que el Estadio Raymond James será el que hospede el Super Bowl LV, el primer domingo de febrero del 2021.
Por su parte, el NFL Disney World (como se le ha apodado al futuro estadio de Los Ángeles) albergará el Super Bowl LVI, el primer domingo de febrero de 2022.
Así planean el estadio:
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