En América estaba clarísimo que debían hacer cambios en la portería, ese arquero que les dio tres cuartos de título en los últimos minutos, se tenía que ir al día siguiente que lo logró para traer a la figura de otro conjunto, la cual siempre había soñado con defender los colores de las Águilas; y el portero canterano, con una carrera de calidad, lealtad y compromiso, no bastaba para la banca.
Ricardo Peláez y compañía son un ejemplo de gestión, pues anunciaron la salida de Moi de la mejor manera posible, sin así hacerlo, y a parte, vendieron a un gran portero para traer al reconocidísimo guardavallas de Chiapas, Oscar Jiménez, (sin ánimos de demeritar su trabajo), que lo único bueno que tiene es que se parece a Memo Ochoa y con eso es más que suficiente.
Es increíble, pero muy cerca de ser cierto porque, más allá de que no se ha oficializado y además de haber sido negado rotundamente por Moisés Muñoz, todo apunta a que el portero águila llegará al conjunto chiapaneco, en contra de su voluntad y como trueque para cerrar con broche de oro la negociación con Chiapas, la cual constaría de un intercambio por el arquero Jiménez, quien llegaría al Nido como suplente del ex portero de Santos, Agustín Marchesín, mismo que se las daba de “Santo” pero también coqueteaba con Boca para luego, terminar en Coapa. Eso es ejemplo de fidelidad y lealtad a los colores de un club.
Esperemos que el anuncio se concrete, y ver la reacción de la afición americanista ante está “maravillosa” noticia.
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ASC
