Ya no es noticia que en el futbol mexicano no hay respeto para los futbolistas. En este caso, el afectado, Matías Alustiza. El argentino de 32 años fue anunciado como refuerzo estrella del Atlas para el Clausura 2017, dejando molestos y decepcionados a los aficionaos del Puebla. La directiva manejó su salida de la peor manera posible. El conjunto “Camotero” tiene problemas económicos y su dueño, López Chargoy, carga con la responsabilidad de sostener de alguna manera sus dos clubes, Jaguares y el conjunto de la “Angelópolis”.
Ante dicha situación, Puebla fue desmantelado para ingresar dinero, mismo que se utilizó para reforzar a la escuadra chiapaneca y evitar el descenso. Con el colchón con el que cuenta los “Poblanos”, la directiva prefiere arriesgar a éstos mismos antes que perder una plaza en primera división. Es por eso que, con la venta de Matías, se generó el rumor interno, de manera intencional, que Alustiza no quería estar más con los dirigidos por Ricardo Valiño. Pero la realidad es distinta, el ahora jugador de los “Zorros” fue notificado de su baja vía correo electrónico.
“Me termina llegando un mail donde me avisan que ya no pertenezco más al club, que a partir de ese momento yo me tenía que arreglar con la gente de Atlas, pero por un mail, no me llamaron ni el presidente, ni el director deportivo para decirme, Matías te damos las gracias por lo que hiciste en la institución”, dijo el argentino en entrevista para ESPN.
Más allá de siempre comportarse a la altura, tanto como capitán, como integrante de un club, el “Chavo” tuvo problemas con el presidente quien sintió amenazada su autoridad por la relación que llevaba el entonces capitán “Camotero” con toda la escuadra y miembros del club, además el ingreso económico fue bueno por lo que el dinero pudo más.
“Cuando estuve en el puebla traté de hacerlo lo mejor posible, pelear por la gente del club, por todos, cuando me tocó ser capitán, pelear hasta por el señor que corta el pasto y eso me llevó a tener un roce con el presidente”. añadió
Ahora con Atlas, el oriundo de Azul, Argentina, se declara decepcionado y triste por las formas en las cuales salió, aseverando que su estadía en Puebla había sido muy buena. A su vez, asegura que su salida no se debió a una cuestión montería, pues tuvo muchas más ofertas y mejores, pero prefirió deberse a los colores de la “Angelópolis”.
“Obviamente sí me dolió mucho, fueron 4 años y medio muy lindos, donde viví muchas cosas y la verdad me dolió mucho la forma en que me lo dijeron, seguramente mucha gente dice que fue por plata, pero nada que ver, porque tuve una oferta por mucho mayor dinero y me quedé en Puebla y si hoy me toca salir, fue porque el presidente no se portó bien conmigo”, añadió.
Una desgracia que sucedan este tipo de cosas, directivos y dueños, evitan a toda costa la formación de sindicatos, pero con este tipo de casos, como esperan que los futbolistas no busquen protegerse. En este caso, el “Chavo” encontró acomodo y en un club liderado por Rafa Marquez, férreo defensor de los derechos del futbolista, pero no todos cargan con la misma suerte y ante las cortinas que los clubes ponen para no revelar la verdad, los jugadores son desechados como si no fueran seres humanos.
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