Alan Ruschel quien es una de los sobrevivientes del accidente del Chapecoense volvió al estadio el día de hoy ofreció una conferencia de prensa en donde relató lo acontecido aquel día que ocurrió la desgracia, con lagrimas en los ojos el defensa aseguró que haya todo lo necesario para que pueda volver a pisar las canchas de futbol y defender la playera de su club.
“Haré de todo para volver a jugar al fútbol, con mucha paciencia (…) Calculé tres meses para calcificar la columna y ya pasó uno. Dos meses más para fortalecer la musculatura. Estoy sólo en el comienzo”, explicó el jugador, quien regresó a Brasil después de ser dado de alta.
Ruschel aseguró tener sentimientos encontrados, ya que se encontraba feliz por volver a su casa, pero triste por los amigos que perdió en el choque.
“No existen palabras para contar lo que estoy sintiendo. Es una mezcla grande de sentimientos: una alegría por estar aquí de nuevo (en el Arena Condá, estadio del Chapecoense) pero al mismo tiempo un luto por haber perdido tantos amigos”, dijo.
El defensa contó lo poco que recuerda del accidente, y reveló que en el último momento cambió de asiento en el avión, algo que ayudó a que sobreviviera.
“En el momento en que cayó el avión, Dios me puso en su regazo y me dijo que tenía más misiones en la tierra, por eso él no me llevó. La única explicación es la de los milagros: el de estar vivo y el de estar andando”, inició explicando.
“Cuando llegamos a Santa Cruz de la Sierra, antes de subir al avión, Cadu (uno de los directores del Chapecoense, quien falleció) pidió que me sentara más adelante. Yo estaba sentado atrás, pero él quería dejar a los periodistas en el fondo. Al principio, no quise moverme. Pero ahí, Follmann (el portero sobreviviente) me insistió para que me sentase con él. Y ahí dejé mi lugar y fui. Esa es la parte que recuerdo: después, estaba mi esposa Marina hablándome en el hospital”, contó.
Por último, Alan Ruschel comentó qué es lo que aprendió después de todo lo vivido: “aprovechar la vida y hacer el bien”.
“Estaba yendo a jugar un partido…uno no sabe si va a volver, no sabe lo que va a pasar en los próximos diez minutos. Eso me queda de lección: aprovechar la vida y hacer el bien. Lo que hicieron conmigo en estos días no tiene explicación: cómo me trataron allá (en Colombia), aquí, lo que los médicos hicieron por mí. No tiene explicación”, finalizó.
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POS
