La gran estafa

 

Kershaw gana casi siete de cada 10 aperturas. Pero todo se va a la basura cuando, una vez en playoffs

Sus números en temporada regular son fantásticos. Nadie pone en discusión de que se trata de uno de los mejores pitchers de los últimos 15 años en las Grandes Ligas.

Sin embargo, de nada sirve cuando un jugador de semejante calibre tiene, no una, sino dos oportunidades, de confirmar ese status dando el paso que lo apartará del resto, y falla en ambas ocasiones.

Clayton Kershaw puede ser tan fantástico como les parezca. En campaña regular presume números envidiables: 153 victorias, 69 derrotas y una brutal efectividad (ERA) de 2.39. Su porcentaje de ganados es de 68 por ciento, lo cual es notable.

En otras palabras, Kershaw gana casi siete de cada 10 aperturas. Un tipo confiable en toda la extensión de la palabra, alguien que hará sólidas contribuciones para que su equipo aparezca en la fase final.

Pero todo se va a la basura cuando, una vez en playoffs, lo extraordinario se vuelve ordinario.

La derrota de ayer, en el Juego 5 de la Serie Mundial, fue el décimo descalabro del lanzador texano en su carrera en postemporada. Un récord de 9-10 y una efectividad de 4.7 no espantan a absolutamente a nadie.

Particularmente ayer era una de las noches en las que los Dodgers más lo necesitaban. Estando abajo 3-1 en la serie, el cuadro angelino puso todas sus esperanzas en su serpentinero estrella, con la intención de sacar una hipotética victoria que lo hubiera llenado de motivación para regresar a Boston e intentar culminar la hazaña.

¿Qué pasó? Siete entradas para el olvido: permitió siete imparables, de los cuales tres fueron cuadrangulares, cuatro carreras y un asqueroso ERA de 7,36.

Y, claro, gran parte de la responsabilidad recae en el mánager Dave Roberts, quien dejó a Kershaw en la lomita, pese a que éste no se veía nada fino. Nada.

No obstante, ahora el afamado pitcher quedará marcado de una manera u otra, pues si no ha conseguido un anillo de campeonato, ha sido porque en gran medida no ha contribuido a la causa.

La de ayer fue su tercera salida en Serie Mundial. La primera fue el año anterior, contra los Astros, y la ganó. Este año, en cambio, fue muy distinto porque él le ‘regaló’ a los Red Sox dos de las cuatro victorias con las que se convirtieron en campeones.

Después de 11 años, Kershaw podría salir de los Dodgers. Y quizá sea lo mejor que le pueda pasar. O no. De momento, lo único cierto es que su legado es una gran mentira.

 

@erickml_

 


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