Lawrence Stroll, multimillonario canadiense y nuevo dueño de Racing Point Force India, sacó a la empresa de la quiebra al hacerse de la mayoría de las acciones de la antigua Sahara Force India absorbiendo un total de 314 millones de dólares que el equipo británico venía arrastrando como deuda de hace 10 años.
Las administraciones de las escuderías en la Fórmula 1 están perdiendo su capacidad de estabilidad al ver como no existe un límite presupuestal en la temporada, lo que los obliga a invertir más de los ganan y trabajar en números rojos con tal de poder mantenerse entre los competidores de la F1 y seguir redituando en el mercado, pues contrario a lo que sucede en otros deportes, la F1 y su rentabilidad proviene casi exclusivamente del desempeño del equipo pues eso les convierte en un objeto más atractivo par los patrocinadores, además de brindar un imagen de confianza y calidad que les lleve a comercializar las mismas autopartes y mecanismos que los bólidos en la máxima categoría del automovilismo y sus marcas utilizan dentro y fuera de las competencias.
Además, el atractivo de la Fórmula 1 se enfoca en los ganadores y los contendientes por lo que la comercialización televisiva influye de manera directa en qué tantos logros acumules y cuanta competencia generes.
En el caso de Force India, una gasto acelerado, directamente relacionado a la inversa con las ganancias les llevó a la situación económica que provocó que Checo Pérez enviara a la escudería a la convocatoria de acreedores.
Checo Pérez toma medidas legales en contra de Force India
Este es un escenario para el cual muchas de las escuderías de la Fórmula 1 están peligrosamente expuestas, pues los equipos más poderosos, económica y deportivamente, inverten a un ritmo que no logran sostener los equipos de menos poder adquisitivo.
Te invitamos a leer
Hamilton anticipa el adiós de Raikkonen
OFICIAL. ‘Checo’ Pérez no irá a McLaren
VIDEO: El día que 13 pilotos se quedaron fuera de SPA
Síguenos en Twitter, Facebook e Instagram
ASC
