Temblando, con la voz entrecortada y una que otra lágrima rodando por su mejilla. Vestido con una playera de Diego Armando Maradona y peinado con su clásico chonguito, así apareció Pablo Daniel Osvaldo en un video publicado en su cuenta de Instagram, el cual conmocionó al mundo del futbol.
El exdelantero de Boca Juniors confesó que no la está pasando nada bien. Reveló que está tomando tratamiento psiquiátrico porque padece depresión, una depresión tan grave que lo hizo caer en diversas adicciones y aislarse de la gente.
“Esa depresión me llevó a caer en algunas adicciones: alcohol y drogas. Estoy en un momento en el que mi vida se me está yendo de las manos”, dijo el exgoleador de 38 años.
Osvaldo; quien llegó a jugar en clubes del tamaño de la Roma, el Inter o la Juventus; aprovechó para pedir perdón a la periodista Daniela Ballester, su expareja, a quien el exjugador señaló de infiel, pero en este video aclaró que mintió a causa de sus padecimientos mentales.
Pablo Daniel Osvaldo padece una depresión severa
Nacido en Buenos Aires pero de ascendencia italiana, Osvaldo se retiró del futbol en 2016 para dedicarse a la música, pero desde que colgó los botines no ha sido el mismo. Intentó volver en 2020, pero la pandemia truncó su regreso.
“Yo en el pasado fui un futbolista de elite, era una persona completamente diferente, llena de seguridad y confianza y me está costando mucho salir de esto”, continúa el que fuera seleccionado italiano. Al decir estas palabras, Pablo Daniel Osvaldo se quiebra y confiesa que no tiene una buena autoestima.
“Me cuesta mucho distinguir lo que es real de lo que mi cabeza inventa”, afirma Osvaldo entre lágrimas mientras reitera que pide perdón a su expareja.
Osvaldo llama a todos con problemas de salud mental a pedir ayuda.
Deshecho y entre sollozos, el exgoleador se sincera: es desempleado y ya se gastó toda su fortuna. Además, Pablo Daniel Osvaldo dice que quería compartir su historia par motivar a otros a pedir auxilio.
“Quería decir esto para que, si alguien está viviendo algo parecido, que pida ayuda porque solo no sale (…) Aún no entiendo cómo llegue hasta acá, pero le puede pasar a cualquiera. No tengo un trabajo estable, me gasté prácticamente todos mis ahorros; yo nací pobre y puedo morir pobre; lo que más me duele es que me estoy empobreciendo acá en el alma”, relata el canterano de Huracán.
“Yo siempre fui buen amigo, buen compañero, quise ser buen padre, aunque muchas veces no me salió. Muchas de mis actitudes vienen de un lugar que no puedo controlar, no puedo manejar. Quiero pedirle perdón a mi familia, a mis hijos y a Daniela; no me quiero victimizar con esto, pero si todos lo saben ya no me voy a poder escapar y voy a tener que solucionarlo”, finalizó el exfutbolista su desgarradora confesión.
