Considerada como una de las máximas obras del actual gobierno mexicano, el tren Maya vivió este día su primer accidente de alto grado, al descarrilar un vagón antes de llegar a la estación ubicada en Tixkokob, procedente de Campeche y con destino a Cancún.
Tras el percance, imágenes del vagón descarrilado comenzaron a circular por las redes sociales y en los primeros reportes, las autoridades del sistema señalan que al momento no se ha presentado algún pasajero que haya sufrido alguna lesión por el incidente.
El vagón solo salió del riel, pero no se volteó ni presentó daños, según indicó personal del tren, que además comentó que dicho vagón sería colocado nuevamente sobre la vía y continuaría su viaje, sin ningún contratiempo, aunque no señalaron el tiempo que dicha maniobra requeriría.
Inicialmente el personal de la Guardia Nacional no permitió el descenso de los pasajeros y solo rodeó la unidad, para evitar que alguna persona se acercara y además evitar que pudiera haber algún otro percance en torno a la máquina y su estructura.
Minutos después, la propia Guardia Nacional trasladó a los pasajeros a la estación de Tixkokob, donde tuvieron que continuar su viaje mediante otro medio de transporte, ya que el tren frenó su actividad.
Las autoridades no han dado reporte oficial
Al momento no ha habido un comunicado oficial de las autoridades o del propio sistema del Tren Maya sobre lo ocurrido, pero se espera que en un corto tiempo informen sobre las causas del percance y los trabajos que deberán realizarse para que la unidad retome su lugar en la vía.
El gobierno mexicano inauguró a finales del año pasado la infraestructura de 1,554 kilómetros, que recorre la península de Yucatán, en una zona rica en flora, fauna y ruinas arqueológicas, bordeando selva y mar.
A decir del presidente López Obrador, se trata de una obra que impulsará la economía del sureste mexicanos, “región históricamente olvidada por los gobiernos anteriores” y que ahora vive un nuevo “impulso sin precedentes”.
Sin embargo, los dichos del presidente son opacados ante las múltiples denuncias de corrupción y daño ambiental que la obra ha tenido a lo largo de su construcción y puesta en funcionamiento. Trabajos que aún no han sido culminados ni en las estaciones que ya han sido puestas en marcha.
Esto fue lo que publicó el sistema del Tren Maya, luego del accidente, el cual no señalan como descarrilamiento.
