Por Guillermo Abogado González
Veracruz, 24 Jul (Notimex).- Aunque en los últimos torneos Veracruz careció de resultados positivos y se hundió en el descenso, el experimentado director técnico Enrique Meza enfatizó que esta es una nueva historia y aspiran a jugar Liguilla.
“Nadie nos impide soñar en una Liguilla, nosotros aspiramos a jugarla. Estamos dispuestos, el equipo tiene ganas, los que estaban se avergüenzan de lo qué pasó y los que llegaron tienen esa ilusión igual que yo”, aseguró.
Ante la prensa, el “Profe” Meza recalcó que es un nuevo proceso, desde que se dio su llegada y la de algunos jugadores nuevos, por lo que los malos torneos no deben perjudicar y ahora existe la obligación de iniciar con triunfo ante Pachuca.
“Este es un nuevo proyecto porque vinieron nuevos jugadores, nuevo cuerpo técnico y no lo tomaría como personal, pero si con la obligación de lograr una victoria, hace mucho que no se gana, pero ahora tenemos que empezar a escribir una historia nueva”, comentó.
El estratega aspira a un conjunto veracruzano inminentemente técnico, “que tenga la posibilidad de crear un volumen de juego importante y nos pueda permitir tener muchas terminaciones de jugada y sobre todo que el rival no tenga la pelota”.
Espera este viernes cosechar sus primeras unidades en el Torneo Apertura 2019 de la Liga MX y por ende en la tabla de cocientes, luego que Veracruz marcha en el sótano sin puntos.
“Voy semana con semana, estamos en cero en el porcentaje y esperemos ir rescatando puntos que nos hagan ir sorteando eso y meter a equipos que aparentemente no están involucrados, pero todo puede pasar en ocho o 10 fechas”, declaró.
Respecto al partido de la jornada dos contra Pachuca, luego de que Tiburones Rojos descansó en la primera fecha, Meza reconoció que será un rival complicado, pero deben aprovechar su condición de local para triunfar.
“Será un encuentro difícil porque ellos componen un equipo competitivo, nosotros trataremos de imponer las condiciones porque estamos en nuestra casa, porque tenemos que cambiar aquella parsimonia con la que el equipo jugaba.
“Además de que hace algún tiempo el equipo correteaba la pelota y ahora yo pretendo tener un volumen de juego y traer como consecuencia terminaciones de jugada también”, acotó el entrenador.
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