Por segundo día consecutivo un partido amistoso de dos clubes mexicanos celebrado en Estados Unidos se vio interrumpido por la pirotecnia. El sábado fue el América vs Cruz Azul y hoy el Chivas vs Atlas.
El Clásico Tapatío disputado en el BMO Stadium de Los Ángeles, la casa del LAFC, estuvo a punto de no poder terminar debido a la enorme cantidad de bengalas que la afición arrojó al terreno de juego.
El partido fue muy disputado de principio a fin y las oportunidades de gol escasearon. Figuras de ambos equipos como Chicharito Hernández, Alan Mozo, Roberto Alvarado, Anderson Santamaría o Camilo Vargas no pudieron estar en el encuentro ya sea por lesión o por estar con sus respectivas selecciones.
Ante la situación de no poder ver a las estrellas y encima que el gol no pareciera cerca de caer en ningún momento, los aficionados presentes en el estadio del LAFC optaron por arrojar bengalas al campo.
El árbitro detiene el Chivas vs Atlas en par de ocasiones
Al minuto 79, un ataque de Atlas se vio entorpecido cuando el humo de diversos colores, particularmente rojo y blanco, comenzó a poblar el campo, particularmente el área de Óscar Whalley, portero de Chivas. Esta situación provocó la primera suspensión del partido.
Lo malo de cuando traen estos partidos a EUA son las barras. Pasó lo mismo en el Chivas vs America en el Rose Bowl y hoy paso lo mismo. No se saben comportar. Lo que no se entiende es ¿Cómo chingados entran con esas mamadas de bengalas y piratería? pic.twitter.com/RYAjjbwnSB
— ROJIBLANCO (@RojiblancoJ01) March 25, 2024
Tres minutos después se reanudaron las acciones. De nuevo el Atlas atacaba y ahora Whalley había salvado al Rebaño de recibir el primero. Parecía que era el momento para que los rojinegros se dejaran ir con todo en busca del triunfo, pero de nuevo las bengalas lo impidieron.
El árbitro paro las acciones ahora por más tiempo y advirtió a la tribuna que si volvían a lanzar las bengalas, el juego se terminaría. El partido se reanudó al 87’ y a pesar de que en total se habían perdido más de 10 minutos por el tema de la pirotecnia, el silbante decidió no agregar ni un minuto más y en cuanto su cronómetro llegó al 90’ se escuchó el silbatazo final.
